domingo, 20 de septiembre de 2009

EL ATLETISMO ARRECIFEÑO EN EL RECUERDO - A poco menos de tres meses y medio de cumplirse 27 años de LA GRAN EPOPEYA ATLETICA DE UNIR LA CATEDRAL METROPOLITANA CON EL CRISTO REDENTOR EN LA CORDILLERA DE LOS ANDES




UN HECHO HISTÓRICO PARA NUESTRO DEPORTE ATLÉTICO.


La aventura de unir la Catedral Metropolitana con el Cristo Redentor en Mendoza quedó concretada.
1.281 kms. en 98 horas 12 minutos
Por José Luis Torres
Cuando el reloj indicaba las 9 horas 22 minutos del día martes 29 de diciembre, una aventura casi imposible, iniciada por 18 atletas arrecifeños, quedaba concretada. A esa hora exactamente Santiago “Tito” Lértora y Daniel Guarnera, caían de rodillas frente a la imagen del Cristo, emplazada en lo más alto de la Cordillera de Los Andes, a 4.200 metros de altura sobre el nivel del mar, ubicada en el mismo límite entre Argentina y Chile, como un símbolo de paz entre dos países hermanos. Esos dos muchachos arrodillados frente al Redentor en la inmensidad de Los Andes, simbolizaban el esfuerzo que les demandó esa aventura iniciada a las 23 y 40 hs. del 24 de diciembre, luego que el Cardenal Primado de la Argentina, Juan Carlos Aramburu, en el atrio de la Catedral Metropolitana, les impartiera la bendición, y que culminara exitosamente, 98 horas 12 minutos después al pié de la majestuosa imagen de bronce creada por las manos del escultor argentino Mateo Alonso en 1904.
Minutos después del arribo de Lértora y Guarnera, llegaron en un apretado y alegre grupo los demás integrantes de la hazaña, Luis Pérez, Severo Varela, Oscar Salas, Hernán Echevarría, Horacio Sáenz, Héctor Sáenz, Daniel Di Nardo, Alfredo Di Nardo, Raúl Menéndez, José Pérez, Juan Carlos Pérez, Dr. Carlos Sáez, Oscar Bustos, Alberto Ríos, Alejandro Ríos y Gustavo Ríos. La emoción que los embargaba fue indescriptible; hubo lágrimas de emoción en la mayoría de los rostros y el llanto ahogado de un hombre acostumbrado a resonantes éxitos que conmovió a todos, Alberto Ríos demostraba con esto la inmensa emoción que sentía en esos momentos, estar allí junto a sus hijos a sabiendas que a los 46 años había logrado concretar uno de sus mayores éxitos deportivos y representando nada menos que a su Arrecifes natal. Las inclemencias del tiempo que sufrieron los 18 participantes de la posta a lo largo de los 1.281 kms. de recorrido, no hicieron mella en el ánimo de los mismos, los 36º de temperatura y 54º sobre el pavimento entre San Luis y Mendoza, la lluvia luego del Arco del Desaguadero y el granizo y fuerte viento entre Villa Mercedes y San Luis, fueron algunos de los inconvenientes que debieron sufrir los atletas en su camino hacia la meta impuesta. Pero el aliento recibido de parte del público arrecifeño que se volcó a las calles para brindar su apoyo al paso por nuestra ciudad, fue suficiente para que los atletas se motivaran anímicamente, para culminar con éxito esta misión y cumplir con el apoyo incondicional que le brindo su pueblo.
El último tramo fue quizás el más exigente. Los nueve kilómetros que unen la villa de Las Cuevas con el Cristo Redentor fue realizado en 52 minutos, en camino sinuoso, serpenteante que va de los 3.196 metros de altitud sobre el nivel del mar a los 4.200 metros, más de 1.000 metros de altitud en sólo nueve kilómetros, hacen sentir la falta de oxígeno, la aceleración del corazón, el mareo y el agotamiento prematuro, pero los pocos kilómetros que faltaban para culminar la misión, hicieron más fácil lo que era más difícil, la ascensión al Cristo Redentor.
Cabe acotar que la posta arribó a Las Cuevas a la 1 hs. del día 29, pero el puesto de Gendarmería Nacional allí ubicado no permitió el paso y sugirió que neutralizaran el raid, por lo peligroso del camino en noche cerrada y 10º bajo cero que reinaba en esos momentos, tras la decepción por tener que interrumpir la marcha, los atletas regresaron al campamento que se había instalado desde la noche anterior en el Puente del Inca a unos 12 kms. de Las Cuevas. Recién a las 8 y 30 hs. y tras haber sido trasladados desde el Puente del Inca, reiniciaron desde donde habían tenido que interrumpir el raid, el arco en villa “Las Cuevas”, lo que sería la escalada final. Un final feliz para un acontecimiento histórico para nuestro deporte, concretado por 18 atletas que se impusieron una meta fija, unir de este a oeste nuestra patria en homenaje al General José de San Martín, Libertador de América.
Una manera de medirse con la distancia y el tiempo. Para muchos no tenía sentido, pero para ellos, los protagonistas contiene el encanto de saberse capaces y así lo demostraron, imponiendo un fuerte ritmo se adelantaron al día previsto, pudiendo regresar de esa forma antes de las fiestas de fin de año, con un montón de anécdotas y una orgullosa satisfacción. Aquí se los esperó para rendirles el homenaje que se merecían, el pueblo se volcó hacia la Plaza Mitre, donde un palco levantado frente a la Municipalidad recibiría a los atletas, el ulular de las sirenas policiales y bomberiles y el sonar de las campanas de nuestra Iglesia, anunciaron su llegada, recibida con vítores y aplausos, la emoción del Intendente Municipal Don José Ricardo García Puente fue inmensa, puesto que él fue uno de los principales animadores para que esta empresa pudiese concretarse y junto al esfuerzo de nuestro municipio, estuvo el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el Automóvil Club Argentino, la Diócesis de San Nicolás, la firma Levi’s Strauss de Argentina, Luis Rubén Di Palma, Organización Girard, Florería Real, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios y la Policía local, entre otros además del periodismo local.
Luego de que uno a uno de los atletas contara al público los momentos vividos, fueron objeto de una demostración brindada por la Municipalidad, en los galpones del Corralón, donde estuvieron presentes alrededor de 200 personas entre autoridades, familiares y amigos.-
Nota que publiqué en el periódico “Acción” del miércoles 6 de enero de 1982.
Quiero dejar sentado que fui participé directo de la llegada al Cristo, porque junto a Roberto Hugo Bustos, Julio Fontanet –camarógrafo- y Juan Carlos Alustiza, partimos el lunes 28 cerca de las 15 hs. hacia Mendoza, para tomar notas gráficas y grabar el arribo para TCT Canal 2, L.V.A. y periódico “Acción” de nuestra ciudad, manejando sin escalas, nos sorprendió la noche en plena cordillera, arribando a la villa de Las Cuevas aproximadamente a las 2 hs. del martes 29, allí Gendarmería nos informó que el raid había sido neutralizado, por lo que nos quedamos a esperar y descansar unas horas hasta el reinicio de la travesía, dormir no pudimos porque a pesar de que poníamos la calefacción del auto, era tal el frío, que teníamos que salir a movernos para no entumecernos. Cuando aclaró, volvimos hacía el Puente del Inca y allí nos encontramos con el campamento que habían levantado hasta esperar la reanudación de la marcha que recién se efectuó a las 8:30 hs., arribando casi una hora después al Cristo, como ya lo he mencionado en el comentario. Tengo que agregar, que para mí fue y es una inmensa satisfacción el haber podido documentar un hecho que hizo historia en el deporte arrecifeño, fui el primero y único en fotografiar el momento preciso en que Santiago Lértora y Daniel Guarnera se desplomaban al pie del Cristo sintiendo el esfuerzo y la falta de aire de esos 9 kilómetros finales, en que la altitud hace mella en el físico de cualquier humano que llegue hasta allí, máxime si lo hacen corriendo; aclarando que posteriormente y ya con Guarnera de pié el reportero del diario Mendoza capta la fotografía que se publica en la edición del miércoles 30 y con Roberto Hugo logramos todo el documental fílmico que pudimos mostrar por la pantalla del entonces TCT Canal 2.-  

No hay comentarios:

Publicar un comentario